Interesante cuento de Pedro Pablo Sebastián. Espero que os guste y reflexionéis sobre lo que dice.
UN TRATO CON SANTA CLAUS
Julio estaba tan enfadado por los pocos regalos que había
recibido la Navidad anterior, que la carta que escribió a Papá Noel aquel año
resultó tan dura que el mismo Santa Claus fue a visitarlo unos días antes.
- ¿Por qué tanto enfado y tantos regalos? - preguntó Papá
Noel- ¡Pero si tienes un montón de amigos!
- ¡Me da igual! Quiero más juguetes y menos amigos.
Y tan molesto estaba que el bueno de Santa Claus tuvo que
proponerle un trato:
- Está bien. Como muchos otros niños me han pedido tener más
amigos, te daré un regalo más por cada amigo al que renuncies para que se lo
pueda ofrecer a otros niños.
- ¡Hecho! - dijo el niño sin dudar.. -Además, puedes
quedártelos todos.
Aquella Navidad Julio se encontró con una enorme montaña de
regalos. Tantos, que dos días después aún seguía abriéndolos. El niño estaba
feliz, gritaba a los vientos lo mucho que quería a Santa Claus, y hasta le
escribió varias cartas de agradecimiento.
Luego comenzó a jugar con sus regalos. Eran tan alucinantes
que no pudo esperar a salir a la calle para mostrárselos a los demás niños.
Pero, una vez en la calle, ninguno de los niños mostró
interés por aquellos juguetes. Y tampoco por el propio Julio. Ni siquiera
cuando este les ofreció probar los mejores y más modernos aparatos.
- Vaya- pensó el niño - supongo que me he quedado sin
amigos. Bueno, qué más da, sigo teniendo mis juguetes.
Y Julio volvió a su casa. Durante algunas semanas disfrutó
de un juguete nuevo cada día, y la emoción que sentía al estrenar un juguete
todas las mañanas le hizo olvidar su falta de amigos. Pero no había pasado ni
un mes cuando sus juguetes comenzaron a resultarle aburridos. Siempre hacían lo
mismo, y la única forma de cambiar los juegos era inventándose nuevos mundos y
aventuras, como hacía habitualmente con sus amigos. Sin embargo, hacerlo solo
no tenía mucha gracia.
Entonces empezó a echar de menos a sus amigos. Se daba
cuenta de que cuando estaba con sus amigos, siempre se les ocurrían nuevas
ideas y formas de adaptar sus juegos ¡Por eso podían jugar con un mismo juguete
durante semanas! Y tanto lo pensó, que finalmente llegó a estar convencido de
que sus amigos eran mucho mejores que cualquier juguete ¡Pero si llevaba años
jugando con sus amigos y nunca se había aburrido de ellos!
Y tras un año de mortal aburrimiento, al llegar la Navidad
redactó para Papá Noel una humilde carta en la que pedía perdón por haber sido
tan torpe de cambiar sus mejores regalos por unos aburridos juguetes, y
suplicaba recuperar todos sus antiguos amigos.
Y desde entonces, no deseó por Navidad otra cosa que tener
muchos amigos y poder compartir con ellos momentos de juegos y alegrías, aunque
fuera junto a los viejos juguetes de siempre...
¡¡¡FELIZ NAVIDAD EN COMPAÑIA DE VUESTRA FAMILIA Y AMIGOS!!!
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